Tras el enfrentamiento entre las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (Agc) y el Eln, las comunidades cercanas al río San Juan de Istmina, en el departamento del Chocó, sufren el desplazamiento forzado y un confinamiento obligatorio, así lo denunció la Diócesis de Buenaventura a través de un comunicado.
El mensaje firmado por el obispo de la Diócesis de Buenaventura, monseñor Rubén Darío Jaramillo Montoya, llama la atención de las autoridades responsables de mantener el órden público, para que se hagan presentes en los territorios del Litoral del San Juan, Medio San Juan de Istmina, lugares donde se desarrollan desde el pasado 16 de agosto fuertes combates entre estos grupos al margen de la ley.
En este contexto, el obispo hace un llamado al Gobierno Nacional a “hacer presencia efectiva en estos territorios, donde los actores quieren invisibilizar la presencia de quienes históricamente hacemos presencia en estas tierras”.
Así también, invita a los organismos internacionales de Derechos Humanos, a “verificar las denuncias y elevar los informes pertinentes a la comisión interamericana de derechos humanos, y lograr los apoyos que demanda la comunidad en estos casos”.
Finalmente, exhorta a la Iglesia del pacífico para que se manifiesten de manera conjunta, a través de un comunicado, donde se propongan “desarrollar acciones al interior de los territorios en pro de estos hermanos que ven vulnerados su derecho a una vida digna y en paz en los territorios”
Población afectada
Según los datos registrados por la Diócesis, son aproximadamente 66 familias (167 personas), ubicadas en la comunidad de Isla de La Cruz. 474 familias (1.083 personas), ubicadas en la comunidad San Miguel. Adicional en la comunidad de Dipurdú, se encuentran un número de 100 familias (300 personas) en situación de confinamiento.
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