EDITORIAL
LA SEGURIDAD NO
LLEGA A IPIALES
Seguramente
muchos de los Ipialeños coinciden es que estamos viviendo un escenario de inseguridad
preocupante, no solo por los atracos, sino porque no hay el plus¨¨ que se
requiere para cambiar esa sensación.
Y ese ¨plus tiene
que ver con entregarle a Ipiales, mayor presencia de las autoridades de policía,
y ejército para que desarrollen más vigilancia y requisas a lo largo del municipio, la gente quiere
verlos, quiere mirar su trabajo, quiere
observarlos recorriendo las calles,
definitivamente somos visuales, y esta sensación de inseguridad que
vivimos actualmente no va a desaparecer con
operativos esporádicos. Hay que permear el centro de la ciudad, hay que
ir a los barrios, hay que hacer planes candado, dejar de ser permisivos con los
motociclistas con parrillero hombre, denunciar a jueces y fiscales que no
cumplan con su deber, como sucedió en el caso de los asesinos de 4 personas a
finales de 2023 que fueron dejados en
libertad, necesitamos resultados, en
fin, hay tantas acciones que se deberían implementar pero por más que nos diga
el secretario de gobierno y el comandante de policía que se están luchando
contra la delincuencia las evidencias dicen lo contrario.
EL sábado 3 de febrero día de mercado de animales en el sector
Placer de Ipiales, sujetos armados
entraron y robaron a toda la gente que estaba
comprando y vendiendo semovientes en ese lugar, no se salvaron ni las
que venden titos. La pregunta es ¿este fue un caso aislado, o corresponde a un nuevo
modelo de delincuencia, atracos masivos? Esperemos que no, pues este lunes 5 de
febrero en sesión del concejo los concejales indígenas molestos por la
inseguridad en sus comunidades, solicitaron llamar a control político a las
autoridades de policía. Sin embargo llamar a los comandantes es volver a escuchar la misma excusa de siempre, ¨no
hay personal, no tenemos las herramientas¨. Esta ha sido la dinámica por años
en este, municipio a tal punto que la delincuencia ya le midió el aceite a las autoridades
y nos tienen atemorizados a los ciudadanos y el miedo juega en favor de los facinerosos.
Por citar algo
por ejemplo salir después de las 8 de la noche al centro de Ipiales, es como
salir a un pueblo fantasma, la dinámica comercial que en otro tiempo se
extendía hasta las 9 o 10 de la noche hoy ya no existe, porque hay miedo, pues
si: MIEDO.
El alcalde Amílcar
Pantoja, había prometido en campaña transformar la inseguridad de Ipiales desde
el 1 de enero primer día de su posesión como primera autoridad, sin embargo ya
ha pasado el primer mes y de aquellas promesas de seguridad, aun no hay
resultados, mientras tanto los Ipialeños seguimos esperando que esto mejore
algún día.
Pero…, tiempo es
lo que ya no tenemos, estamos hasta la coronilla de tanto delincuente en la
calle, ya ni en los buses estamos seguros, nadie se siente tranquilo en
Ipiales, pues la paranoia es colectiva, y los planes de seguridad, los consejos
de seguridad, y las estrategias no dan resultado.
Ipiales pasó de
ser el remanso de paz a convertirse en una ciudad peligrosa por la cantidad de
delitos que aquí se cometen y porque el atractivo de frontera gusta mucho a
narcotraficantes y cualquier cantidad de
delincuentes que están en esta
frontera.
Contrabando de hidrocarburos, cigarrillo, alimentos, trata de personas,
narcotráfico, tráfico de migrantes, venta de armas, secuestro, extorsión son
algunos de los delitos comunes en Ipiales. Necesitamos no seguir haciendo
recuento de lo que ya hay o nos pasa, sino queremos que las autoridades de policía
y de esta administración empiecen a actuar de inmediato, no queremos más excusas,
ni informes que ya conocemos de sobra,
necesitamos que Ipiales tenga la seguridad que necesita de manera urgente, ya
no queremos más largas para sentirnos seguros.
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