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martes, 6 de septiembre de 2016

El mundo necesita más experiencia de Dios

Revolucionarios de la Ternura
Liturgia de la Palabra Martes 06 de septiembre de 2016
23ª semana Tiempo Ordinario
Primera lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (6,1-11):
Cuando uno de vosotros está en pleito con otro, ¿cómo tiene el descaro de llevarlo a un tribunal pagano y no ante los santos? ¿Habéis olvidado que los santos juzgarán el universo? Pues si vosotros vais a juzgar al mundo, ¿no estaréis a la altura de juzgar minucias? Recordad que juzgaremos a ángeles: cuánto más asuntos de la vida ordinaria. De manera que para juzgar los asuntos ordinarios dais jurisdicción a ésos que en la Iglesia no pintan nada.
¿No os da vergüenza? ¿Es que no hay entre vosotros ningún entendido que sea capaz de arbitrar entre dos hermanos? No señor, un hermano tiene que estar en pleito con otro, y además entre no creyentes. Desde cualquier punto de vista ya es un fallo que haya pleitos entre vosotros. ¿No estaría mejor sufrir la injusticia? ¿No estaría mejor dejarse robar? En cambio, sois vosotros los injustos y los ladrones, y eso con hermanos vuestros. Sabéis muy bien que la gente injusta no heredará el reino de Dios. No os llaméis a engaño: los inmorales, idólatras, adúlteros, afeminados, invertidos, ladrones, codiciosos, borrachos, difamadores o estafadores no heredarán el reino de Dios. Así erais algunos antes. Pero os lavaron, os consagraron, os perdonaron en el nombre de nuestro Señor Jesucristo y por Espíritu de nuestro Dios.
Palabra de Dios: Te alabamos Señor
Salmo
Sal 149,1-2.3-4.5-6a.9b
R/. El Señor ama a su pueblo

Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey. R/.

Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes. R/.

Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca;
es un honor para todos sus fieles. R/.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Lucas (6,12-19):

En aquel tiempo, subió Jesús a la montaña a orar, y pasó la noche orando a Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió a doce de ellos y los nombró apóstoles: Simón, al que puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago Alfeo, Simón, apodado el Celotes, Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor. Bajó del monte con ellos y se paró en un llano, con un grupo grande de discípulos y de pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón. Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, y la gente trataba de tocarlo, porque salta de él una fuerza que los curaba a todos.

Palabra del Señor: Gloria  a Ti Señor Jesús

Reflexión

Mis amados hermanos, hoy más que nunca estamos llamados a ser hombres de oración, hombres que escojan la mejor parte como le dijo Jesús a Martha cuando se quejaba de María que había preferido la actitud del discípulo “A los pies del maestro” (Lc 10,42). Y es que hoy se necesita adoradores en Espíritu y en verdad (Jn 4,23), católicos que sean verdaderos profetas, que como Natanael puedan arrancar palabras de admiración como las que dijo Jesús: “He ahí un verdadero Israelita sin engaño ni doblez” (Jn 1, 47).
El mundo necesita más experiencia de Dios, más experiencia de contemplación. Se nos ha ido olvidando poco a poco a los católicos ser seres de oración, de contemplación y de silencio, ya nuestro itinerario de vida, las afujías y los miles de ocupaciones nos han llevado a arrinconarnos en el espacio más reducido de nuestro mundo para ser activistas de la sociedad nueva, un activismo que despunta en trabajo sin sentido, placer por placer, riqueza y poder desmedidos qué sólo buscan esclavizar. La pobreza expresada por Jesús en el Sermón de la Montaña (Mt 5, 3) es asumida en la actualidad por pocos, quizá por algunas comunidades religiosas, algunos sacerdotes, algunos laicos pues esta pobreza implica ser Eucarístico  por  antonomasia, muchos aún no han entendido que  la  Eucaristía como dice el Concilio Vaticano II es  fuente y cumbre  de la vida cristiana (LG 11) y se ha convertido en un acto sin sentido el domingo, un amuleto o fetiche para que nos vaya bien en la semana, para que los negocios no se vengan abajo, para que  el trabajo perdure y para que el amor no se pierda. Es urgente hoy mis amados hermanos volver a la fuente del amor, volver a Dios con urgencia como si fuera el último minuto de nuestra vida (que en realidad lo es) para aprender a los pies del maestro, nadie que no es adorador de verdad con su vida, con sus acciones, con su fe no puede llamarse católico perteneciente a la Iglesia que Cristo fundó. Muchos me dirán ¿y el bautismo? Hermanos, el bautismo nos hace sacerdotes, profetas y reyes, n nos hace poderosos, hedonistas ni ambiciosos esa es la gran diferencia. Por eso hoy en el Evangelio el Señor antes de escoger a sus discípulos se va a orar, luego toma la decisión correcta y finalmente hace evidente ese permanecer con SU Padre, nuestro Padre en intimidad, en diálogo en contemplación.
Nos debemos afanar por iniciar nuestra vida eucarística en primer lugar, y al tiempo de oración, pero no una oración impuesta, sin sentido, de quejas y peticiones, sino una oración humilde, desprendida, desinteresada, una oración del Yo te miro y tú me miras como aquel campesino de Ars interrogado por San Juan María Vianney.
Pidámosle hoy al Señor, nos haga hombres de oración, de adoración perpetua, de acción y de obras, pidámosle al Señor nos haga entender que no es posible ser Eucarístico sin tener la mirada puesta en los que sufren, que el Señor permita que nuestra oración, nuestra adoración, nuestra Eucaristía diaria se convierta en miles de obras por los pobres y excluidos del mundo.


Con amor hno. Javier Corall

2 comentarios:

  1. multiplica; ya creo que es una persona respetuosa y sabía.

    Mi apreciado amigo, bien lo dice la oración sincera es lo que nos hace falta, pero más creo yo hoy el evangelio nos llama desde la condición de bautizados, sacerdotes, profetas y reyes, a ser otros Cristos de quienes salga tal fuerza que no solo nosotros lo denotamos, sino que nuestros mismos hermanos sientan esa gracia, esa fuerza que sale de nosotros que los sana, los libera. Verdaderamente estamos en pañales para hacer la obra encomendada por El Señor, que debe ser mayor que la de Él. Lo único que nos da esa posibilidad es rezar, sin confundir el termino con orar, el uno repetir las oraciones compuestas y otro un hablar espontaneo con Dios. Si debemos rezar, eso nos trasparenta, nos purifica, no conecta a través del conducto puesto por Él, con ÉL. Somos como un prisma que en la medida de que recemos traslucimos esa fuerza que hoy el Santo Evangelio nos cuenta salía del Señor Jesús. Mi amigo como es de grande el rezo del Rosario y cuanto equivocan las personas incluso sacerdotes, que lo demeritan y menosprecian; el Santo Rosario es lo que antecede cualquier conversión firme, que se sostendrá en la eternidad, se lo recomiendo lo promueva entre los hermanos de Juan XXIII y así verán cuan grandiosa es la maternal intercesión de La Santísima Virgen María, ante quien el autor de todo pecado retrocede sin chistear y abre paso a las gracias que Dios desea para sus hijos amados. Lo invitamos a una experiencia de gracia rezando los 33 Rosarios, este jueves 8 de Set. en Pasto en la Fundación Monte Alvernia y acá en Ipiales un domingo de noviembre en marco de la preparación de la Consagración al Triunfo del Corazón Inmaculado de María. Que Dios lo Bendiga y La Santísima Virgen acompañe su labor evangélica
    Hermes Arturo Hernández (haerca@yahoo.com)

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  2. Disculpe la primera línea, no hace parte de este comentario, gracias.
    Hermes

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