jueves, 8 de septiembre de 2016

Dios, infinitamente Perfecto y Bienaventurado en sí mismo

Catecismo de la Iglesia Católica CEC 
1 Dios, infinitamente Perfecto y Bienaventurado en sí mismo, en un designio de pura bondad ha creado libremente al hombre para que tenga parte en su vida bienaventurada. Por eso, en todo tiempo y en todo lugar, está cerca del hombre. Le llama y le ayuda a buscarlo, a conocerle y a amarle con todas sus fuerzas. Convoca a todos los hombres, que el pecado dispersó, a la unidad de su familia, la Iglesia. Lo hace mediante su Hijo que envió como Redentor y Salvador al llegar la plenitud de los tiempos. En él y por él, llama a los hombres a ser, en el Espíritu Santo, sus hijos de adopción, y por tanto los herederos de su vida bienaventurada.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Contraloría alerta irregularidades en la Nueva EPS por más de 16 billones de pesos

Un informe de la Contraloría General de la República reveló presuntos malos manejos administrativos y financieros en la Nueva EPS que compro...