Me dicen que este es un evento un tanto inédito, no se había hecho con anterioridad. Un encuentro de comunidades de inteligencia para pensar la inteligencia.
Yo nunca he pertenecido a ninguna comunidad de inteligencia y creo que tampoco perteneceré. Así que no es mucho lo que tengo que decir, fuera de la experiencia política y administrativa que hoy tenemos, la visión que hemos ganado del mundo, sus circunstancias y la visión que tenemos de Colombia.
Me permito traspasar, sabiendo que todo eso no son más que hipótesis que se tienen que investigar así, dentro de la teoría científica, exclusivamente como hipótesis de investigación.
La seguridad ha transitado obviamente por diversas maneras, interpretaciones y fases de la historia del mundo.
Se puede concebir como el encontrar los factores que pudieran poner en cuestión, en debilidad, un cuerpo humano. Un cuerpo nacional hace algunos años, los factores externos que podrían afectar a ese cuerpo nacional.
La nación no nació con la humanidad; la nación es una invención humana muy reciente.
De allí aparecieron tesis como la seguridad nacional, como quienes son los enemigos de una nación, las confrontaciones que durante estos siglos se han tenido, mundiales algunas; la Guerra Fría quizás la última.
El cuerpo de inteligencia trataba, incluso con labores en las otras sociedades extranjeras, de determinar cuáles serían los factores de inseguridad de un cuerpo nacional cualquiera. X.
La Inteligencia y el enemigo interno
Así se trabajó un tanto la Iteligencia en Colombia.
¿Quiénes son los enemigos de la nación colombiana?
De factores externos, que siempre tuvieron nombres en los vecinos, es decir, veíamos a nuestros vecinos como enemigos.
Hubo una guerra con uno de ellos, la de Perú. Pasamos a una tesis en donde el enemigo no estaba tan fuera de la frontera, sino dentro.
De allí se construyó la tesis del enemigo interno. No es una invención colombiana; tiene que ver con la Guerra Fría, con el conflicto entre dos grandes sistemas diferenciados de maneras de producir y de relacionarse la sociedad frente a esa producción. Uno llamado capitalista, otro llamado socialista.
El socialismo se concibió como la propiedad estatal de los medios de producción y el capitalismo, variando sus fases, como una propiedad privada de los medios de producción.
En ese enfrentamiento, que no alcanzó a ser una conflagración mundial, hubo de todas maneras un incremento de la conflictividad, sobre todo en los países del sur, en África, en América Latina, en el Sudeste Asiático, la guerra del Vietnam, solo por poner un ejemplo.
Y se fue construyendo la tesis que una nación podría tener un enemigo interno. Si la nación se autodenominaba como socialista, el enemigo interno era una quinta columna introducida por naciones capitalistas, y al revés, lo mismo, Si la nación era capitalista, entonces se creía que personas que provenían o que se adherían o que simpatizaban con la manera de producir socialista, eran un enemigo interno de esa nación.
Esta historia pues tiene muchísimos litros de sangre.
Pero hoy estamos enfrentados en realidad a otro contexto. Hoy no podemos reproducir ninguno de estos. ¿Qué es lo que afecta la seguridad?
Pues hemos pasado en principio en Naciones Unidas, que me parece sugerente, que nosotros hemos hecho propio, como parte incluso del programa en campaña presidencial y después en el programa de gobierno, que es la Seguridad Humana.
Es decir, que ya no es concebir no simplemente como una nación, como un sector social dentro de una nación que ve enemigos fuera de sí, sino cuáles son los factores que pueden atentar contra la existencia de la humanidad como un todo.
Y cuando uno habla de la humanidad como un todo, habla de la vida en general.
Factores que atentan contra la seguridad humana
De ahí un poco nuestras consignas: potencia de la vida, política de la vida. Cómo puede perseverar la existencia en el planeta tierra y cómo puede perseverar en nuestro territorio concreto, Colombia. Allí se esfuman un poco los enemigos anteriormente pre-construidos.
Los enemigos de la existencia humana no están en la frontera, no están al interior de nuestra sociedad. Hay factores que se han convertido en factores realmente desestabilizadores de la existencia y que nos afectan cotidianamente, ni siquiera en un futuro lejano, sino permanentemente, cotidianamente, y que se deberían convertir en un objeto de inteligencia, de estudio. De estudio en todas sus dinámicas políticas, sociales, económicas, biológicas.
¿Cuáles son los factores que atentan contra la seguridad humana en Colombia? Debería ser nuestra pregunta, como gobierno, como sociedad colombiana.
Y las respuestas empiezan a convertirse en muy diferentes a las que siempre escuchábamos.
El caso de la Sabana de Bogotá
Voy a poner solamente un ejemplo –solo uno–, como para tratar de entender estas nuevas circunstancias.
Estamos aquí situados exactamente en la Sabana de Bogotá. Tiene una historia ahí, una leyenda, incluso, antes.
Es una tierra indudablemente hermosa, es de los lugares más hermosos del mundo, la altiplanicie, y sobre ella hoy se asientan una serie de intereses, de realidades sociales, económicas, políticas.
En la Sabana de Bogotá viven ya casi 9 millones de habitantes. Tiene una fuente de agua, la olla del río Bogotá, la hoya hidrográfica del río Bogotá.
Cualquiera que haga una simulación en números entre cuál es la capacidad de esa hoya hidrográfica para brindar agua potable, que es un sustento de la existencia fundamental, y la cantidad de población que habita la Sabana de Bogotá, se daría cuenta que hace tiempos, hace décadas, se sobrepasó el equilibrio.
Tema que no es muy debatido en los medios, de vez en vez sale el tema.
Es decir, que esta región, en la Colombia que se jacta de tener mucha agua, esta región donde viven 9 millones de habitantes de Colombia tiene estrés hídrico, como lo denominan los científicos. Es decir, la cantidad de población es mayor que su capacidad de otorgar agua potable.
Entonces ¿cómo se soluciona?
Pues he aquí que interviene la política. La decisión política ha sido desde hace muchas décadas –no estoy hablando del presente– traer agua de otra hoya hidrográfica. Básicamente la Orinoquía.
Si uno sube por los cerros que vemos aquí, pasa una serie de cuchillas de la Universidad de los Andes, podemos caminar hasta allá. En unas jornadas llegamos a un filo, una divisoria de aguas; las aguas para acá corren hacia la Sabana, las aguas para allá ya corren para la Orinoquía.
Pues lo que hicimos fue, en ese filo –se llama Chingaza– coger unas aguas que corren hacia la Orinoquía para traerlas, vertirlas hacia la Sabana de Bogotá y ese es el embalse que hay en Chingaza.
Allí, muy privilegiadamente, los bogotanos tomamos agua que viene casi directamente del páramo a través de un tubo hasta La Calera. En La Calera se potabiliza a muy bajo costo y ese es el 7 0% del agua que toma Bogotá y se extiende a varios municipios de la Sabana de Bogotá.
Eso es estable, digamos, no hay ahí una condición de alarma sobre la sostenibilidad de la vida. Creemos que es normal, de tanto tiempo que hemos vivido haciendo eso, tomando agua de otra hoya hidrográfica.
¿Creemos que eso es sostenible?
Pues ahí aparece la discusión política. Quienes quieren que, situados en la Altillanura, eso no ocurra más porque se está poniendo en peligro su estabilidad vital.
Allá se escuchan sus voces, casi no se escuchan porque tienen menos poder político: habitantes del Meta, etcétera, de Villavicencio, que sería la ciudad más importante.
Se pueden escuchar voces políticas dentro de la ciudad.
Entonces ¿expandimos más? ¿Ampliamos la urbanización?
Pues la respuesta es sí, se hacen buenos, importantes, interesantes negocios inmobiliarios, más gente llega, más gente.
Si se hace un cálculo de población hacia el futuro –una hipótesis porque nadie puede predecir cuál va a ser realmente la población en el futuro–, pero se traza la línea y entonces se dice es que van a habitar 2 millones de habitantes más o más de 3, y entonces se necesita más agua.
Y todo el mundo dice, o todo el mundo no, sino las mayorías dicen sí, vale, nos gusta el desarrollo de la ciudad; el desarrollo de la ciudad lo vemos como expansión inmobiliaria. ¿De dónde sale el agua, si ya hace décadas no tenemos, superamos la oferta de agua que hay dentro de la sabana de Bogotá, naturalmente? ¿De dónde?
Y la respuesta pues es traigamos más agua de la otra hoya.
Y así podríamos traer más agua y entonces la Sabana de Bogotá simplemente es un sueño, yo diría una distopía, pero a algunos les parece muy interesante; se convierte más o menos como es el estado de la Florida, con condominios, campos de golf y dónde habitar viendo el campo de golf y se copa la Sabana. Y después puede coparse más porque se pueden alzar los edificios, etcétera.
Es decir, podríamos concentrar la mayor parte de la población colombiana en este sitio que llamamos Sabana de Bogotá, haciendo una de las más grandes ciudades del mundo, con el agua de otra hoya hidrográfica.
Pregunta para un cuerpo de inteligencia: ¿eso es sostenible? ¿Eso no traerá conflictos? ¿Eso no está construyendo la posibilidad de un enorme conflicto social, tanto dentro de la Sabana de Bogotá como en el Piedemonte Llanero?
Porque sólo hay que traer una tesis de los científicos de la crisis climática, una.
Crisis climática y mayores temperaturas
Si la temperatura aumenta a tantos grados; hoy la noticia era que alcanzamos 1.9, esto los que han explorado este tema y les recomiendo a todos los cuerpos de inteligencia nacionales e internacionales estudiarlo a profundidad, porque de esto es que van a salir los conflictos de la humanidad en las próximas décadas.
La crisis climática va a filtrar la tensión social, la tensión política y económica durante las próximas décadas, dependiendo de cómo se mueva la humanidad en su solución.
Por ejemplo, estos científicos nos dicen que en los páramos la temperatura aumenta el doble que en el promedio de la superficie terráquea.
¡Ah! No lo sabíamos.
Es decir, que, si en la superficie aumenta 2 grados centígrados, en el páramo aumenta 4.
Es decir, que ya hoy podemos quizás coyunturalmente estar registrando temperaturas de 4 grados centígrados por encima del promedio antes de la Revolución Industrial en los páramos.
investigación, ¿qué pasa con el frailejón? ¿Qué pasa con la pequeña vegetación que tiene como característica absorber del vapor de las nubes que pasan por allí, el agua para volverla agua líquida?
Pues toda el agua de Bogotá viene de ahí. Y si eso se rompe, si esas pequeñas plántulas dejan de tener esa función, simplemente porque desaparecen en volumen, simplemente porque la temperatura en los páramos se duplica por encima del promedio de la superficie terráquea ¿qué? ¿Sobre qué está depositada la sostenibilidad de Bogotá? ¿Cómo podemos pensar que en medio siglo más no va a haber un problema aquí?
Es más, podría adelantar otra pregunta ya un poco más allá.
Esas nubes de vapor de agua que pasan por el Páramo de Chingaza y se absorben en forma de agua y se vuelve cuando abrimos la llave el agua potable de nuestros hogares, ¿esas nubes seguirán pasando si la temperatura aumenta?
Tendría que uno ir a la ciencia y a las investigaciones científicas de la crisis climática.
Los ríos voladores del Amazonas
Esas nubes vienen porque es lo que llaman los científicos los ríos voladores de la Selva Amazónica.
Vienen por los vientos y llegan a las alturas y allí se condensan en forma líquida. Han sido absorbidos por millones y millones de árboles en toda esa humedad que está en la olla amazónica, que además es producto de una corriente de aguas heladas que vienen de la Antártida y que al llegar a la zona tropical se evapora.
Y ahí, porque hay una Selva Amazónica, y ahí porque, las cúpulas de los árboles, al absorber el árbol la humedad, botan esos ríos voladores, y ahí porque pasan nubes por encima del Páramo de Chingaza.
Oiga, y si la Antártida se está derritiendo ¿qué pasa?
Que dejan de pasar las nubes por encima del Páramo de Chingaza.
Hemos desconocido la interrelación enorme de la vida en el planeta y de la interrelación, no sólo entre la vida en sí misma, sino entre la vida y el planeta mismo, que nos tiene aquí vivos.
Y todas las circunstancias de una ciudad como la de Bogotá y sus habitantes en la sabana de Bogotá están dependiendo de unos puntos absolutamente vulnerables y débiles que se pueden quebrar en apenas 10, 15 o 20 años. No más allá de una generación.
Esto es estudiable.
¿Podríamos entonces, desde el punto de vista de la inteligencia, pensar cómo van a ser las dinámicas de la política, cuáles van a ser los factores que puedan poner en riesgo el ser humano en un territorio como la sabana de Bogotá?
Es un asunto de la comunidad de Inteligencia, es un asunto de la política en general, de la capacidad de decidir.
Pues es un asunto de la política, indudablemente, es un asunto de las sociedades. Pero las comunidades de Inteligencia son un efluvio, son una efusión de las sociedades. Y por tanto estos temas tienen que ser abocados, sea como contextos, no importa, porque es alrededor y a través de estos temas que se van a desarrollar las inseguridades del ser humano, las verdaderas inseguridades del ser humano.
Si hay una región en estrés hídrico y ese estrés aumenta, paulatinamente la conflictividad social, la barbarie incluso, va a ser presa del cuerpo social. Y por eso hay que adelantarse y estudiarlo.
Como este solo es un ejemplo, podríamos poner mil sobre el tapete. Las comunidades de Inteligencia y en general la inteligencia de la sociedad, deberían –que de eso hace parte la universidad, por ejemplo–, tendrían que estar poniendo en orden todos estos asuntos, del cual sólo mencionó uno, pero son miles, solamente dentro del territorio colombiano.
Ahora, en este mundo que llamamos de la crisis climática, indudablemente hay una serie de problemáticas que se están desarrollando, no solamente esto que acabo de hablar, que alguien diría eso se llama ambientalismo.
No, problemáticas sociales, problemáticas que, por ejemplo, tienen que ver con la delincuencia.
Delincuencia y crisis climática
¿Cómo la crisis climática puede incidir en la delincuencia del mundo y la que hay aquí, en Colombia?
¡Hay una interconexión, podríamos encontrar, y estoy hablando como hipótesis, unos caminos que llevan a entender las nuevas dinámicas delincuenciales en el mundo a partir de la profundización de la crisis climática, por ejemplo?
No sé si este tema se haya explorado, pero yo lo pongo aquí en este congreso inédito, lo podemos tratar como un tema inédito, pero voy a adelantar una hipótesis con mi apenas un año y pico de gobierno de este país. En este año y pico de gobierno –creo que antes de eso no se había mencionado–, apareció una nueva droga en los Estados Unidos que se llama fentanilo.
Ya existía antes, pero aparece con el fenómeno de lo que significa una droga tal cual las demás, solo que está muchísimo más adictiva, 50 veces, y muchísimo más mortal.
Pueden ustedes, por ahí en redes se alcanza a ver un cuadro que simplemente mide en el tiempo desde 1950 a la fecha, en los Estados Unidos, muertes por sobredosis.
Y ahí va el cuadro, como lo hacen ahora móviles, y encuentran ustedes que en los últimos tres años va apareciendo –llegando al nivel de muertos de la cocaína, que era la principal sustancia mortífera–, va apareciendo una serie de drogas con nombres extraños para nosotros, que llaman opiáceos artificiales, alcanzando a la cocaína. De pronto no la alcanzan, la cocaína empieza a ser un detente en la parte alta, y aparece una línea que se coloca perpendicular y en solo un año se multiplica por varias veces, por 30 veces, los muertos de la cocaína. En el cuadro solo aparece, ya es una línea vertical.
¿Qué es eso? ¿Qué pasó? ¿No y que la guerra contra las drogas era el instrumento que teníamos para detener por lo menos esa muerte? ¿Qué les pasó a los organismos de inteligencia de los Estados Unidos? ¿No lo vieron venir? ¿Cómo así? ¿Entonces el enemigo de los Estados Unidos era China?
Se puede ligar la barra a China ¿cierto? El discurso lo permite.
¿Pero qué pasó?
Uno podría decirle a (Benjamín) Netanyahu, ¿qué te pasó que el grupo este entró a Israel? Es un tema militar, tema de seguridad indudablemente, falló la seguridad.
¿Pero qué pasó en los Estados Unidos para que entrara una sustancia y en apenas el lapso de dos años alcanzara la cifra de 100 mil muertos por año? La cocaína tiene 3 mil o 4 mil, para hacer un comparativo.
¿Qué pasó? Algo les pasó a los cuerpos de inteligencia, Porque esto es peor, si lo ponemos en términos de la vida humana, que los edificios de septiembre del 2001, es peor.
Esto es peor que cualquier cosa, es peor que lo que llaman atentados terroristas, es peor, son 100 mil muertos, supongo que la mayoría jóvenes.
Imagínense qué está pasando una sociedad. Claro, tienen 240 millones de habitantes, pero son 100 mil jóvenes que se mueren al año.
Si no se encuentra algún científico o algún laboratorio no logra encontrar algo para mitigar eso en uno, dos, tres años, pues ya las cifras se vuelven pandémicas.
¿Qué pasó?
Y entonces uno puede echarle la culpa a la comunidad de Inteligencia, claro. Entonces, ¿a ustedes qué les pasó? ¿No previeron? ¿No lo encontraron? ¿No vieron los indicios? ¿No detectaron que estaba entrando por X o Y puertos una sustancia? ¿No se dieron cuenta que esa sustancia mata?
No, que se vendían en las droguerías. Era un medicamento normal, obviamente en dosis muy inferiores. ¿Pero qué pasó?
Yo creo que no es un problema de que no se dio cuenta de falla humana propiamente, sino que cambió la fase de la historia de la humanidad, y por tanto la de los Estados Unidos. Y cambió de otra manera.
Y si me lo permiten un poco, y este sería otro ejemplo un poco más relacionado con lo que llamamos delincuencia, el mundo de las drogas varió y las mafias, por tanto, variaron mientras las drogas sean prohibidas.
¿Qué ha sucedido? Un señor como (Richard) Nixon estaba metido allá –la televisión era en blanco y negro, yo era un niñito en ese entonces–, estaba metido en una guerra contra lo que consideraba el enemigo de la sociedad norteamericana y de la social libre, decían. Allá en Vietnam. Allá estaban.
Y entonces apareció una juventud contestataria en los Estados Unidos, algo que no se había visto antes propiamente.
Se pusieron el pelo de largo y empezaron a oír otras músicas extrañas que venían de los tambores africanos. Y les llenaban las plazas y se llenaba el mall que hay en Washington, y empezó un movimiento contestatario contra la guerra.
Hippies, les llamaron en inglés, no sé qué significa hippies, la palabra propiamente dicha.
Cogió tanta fuerza que Nixon dijo, ojo, ahí está el enemigo interno, desbarátenlo.
Los hippies fumaban marihuana y LSD. El LSD para mirar psicodelia, no sé, para juntar el rock con la psicodelia más o menos; la época psicodélica le decían.
La marihuana para ser pasivos, una juventud que se iba a ir viendo pasiva, no propiamente querían hacer una revolución. O por lo menos como la pensábamos nosotros jóvenes, que pensábamos que la revolución era tomarse el poder, el Estado.
Y para eso pues si se ponen a fumar marihuana nunca van a tomarse el poder.
Ambos eran movimientos contestatarios. Ambos.
Y Nixon los vio como enemigos y pusieron a los cuerpos de Inteligencia del entonces a cazar marihuaneros. El enemigo público número uno. Y hay datos de toda esa historia, digamos que.
Pero esa droga no mató a nadie. Cuando se hacen los balances, es más, eso ya no es prohibido, no es una sustancia prohibida en el listado de las Naciones Unidas, que son las instituciones que se crearon para eso.
A nosotros sí nos quedaron los muertos en Colombia. Como las guerras por la marihuana, y hasta los Valdeblánquez, los Cárdenas, el antecedente para pasar, porque se construyó la estructura mafiosa, dado que la marihuana era prohibida, se construyó la estructura mafiosa que permitió el paso hacia la cocaína. Mucho más mortal en el territorio colombiano aún.
Los muertos quedaron aquí, no allá. Allá simplemente perseguían marihuaneros en la calle con el pelo largo porque decían que querían paz, que no querían la guerra. Al final Estados Unidos perdió la guerra del Vietnam. Otros peladitos se la ganaron, pero eso no con el pelo largo, sino con fusiles. Y pasó la historia. A partir de ahí se creó la dinámica que había una guerra contra las drogas y los cuerpos de inteligencia de allá, de aquí, etcétera.
Apareció la DEA. Empezaron a enfocar eso como un objetivo. ¿Quiénes son? ¿Dónde? ¿Cómo? ¿Quién las hace?
¡Ah! Que colombianos. Empezó un problema incluso de construcción en el imaginario popular de la superioridad racial que viene acompañando a una etnia desde hace mucho tiempo: la raza aria es la raza superior, una y otra vez, repito. Pues aquí en eso también apareció la misma mentalidad. Es que los que producen la droga no son los arios, son los latinos. Punto. Entonces la guerra se desarrolla 'allá'. O sea, aquí.
Bueno, no voy a hacer la crítica de eso. Me meto en la política. Ya pasó esa historia. Lo quiero traer de como un ejemplo de cómo, con un cambio de fase de la humanidad, se pasa a otra droga. La marihuana queda ahí. No digo que... El LSD tampoco mató a nadie. Parece que no tiene efectos adictivos.
El fin del neoliberalismo
Pero se pasa a otra época, años 80, las juventudes no salen a ver cómo detienen la guerra, no quieren cambiar el mundo, el rock se vuelve de viejos y hoy de ancianos. Y lo que sale es una juventud dominada por otro tipo de cultura que es 'yo voy, yo voy a tener éxito. Me han enseñado que puedo cumplir mis sueños, mis sueños son tener tal marca de carro, tal marca de ropa y vivir en tal parte'. El neoliberalismo arrasó con todo, se acabó el Muro de Berlín, qué comunistas, no hay ni siquiera hay poder soviético. El capitalismo es ancho y ajeno y rompió ese mundo, ese mundo puse ya no a los hippies, sino a los yuppies en el poder. Muchos hippies se volvieron yuppies, porque así es la transformación del ser humano.
Entramos a otra época, otra concepción, otros paradigmas, el libre mercado, el mercado puede garantizar la felicidad humana. Hay un teorema, que se llama el Teorema del Bienestar, lo enseña mucho aquí mi rectora como decana de la Facultad de Economía. Yo lo critico, pero no sé, bueno, no entro en esas discusiones. Si el ser humano, si se permite la competencia lo más pura y profunda posible, se alcanza el máximo de bienestar. Se puede demostrar matemáticamente, porque eso es una maximización, es una tangente a una curva. Tiene que haber curva, es decir, tiene que haber función.
Y los economistas se pasan viendo cómo la realidad puede caber en esas curvas, muy ajenas a otras. Curvas, tangentes, ecuaciones, igual a cero, si igualas a cero maximizas. Es cierto, ese es el Teorema de Walras, se llama el señor que se lo inventó. Es cierto matemáticamente que, si pones aquí en esta caja, después la llamaron la caja de Edgeworth, en esta caja las curvas de oferta, demanda, las preferencias, y pones las tangentes, encuentras el óptimo, y le llamaron el óptimo de Pareto. Neoclásicos, pura matemática. ¿Quién puede decir que las matemáticas no tienen la razón? Problema, los conductos del ser humano no son matematizables.
Para matematizar, ya estás haciendo una reducción tal que puedes perder la realidad. Claro, ya el modelo en tu cabeza te parece perfecto, y el economista lo receta como un médico a las sociedades. Como un médico, esta es tu receta, ojo y te sales de ahí. Le dirían a Petro, 'ojo y te sales ahí'. Eso se intentó construir en la realidad, un mundo de libre competencia bajo la creencia cuasi religiosa de que alcanzábamos el máximo de bienestar.
No hay facultad de economía que no enseñe eso, a veces sólo enseña eso.
¿Y qué pasó? Bueno, antes de decir qué pasó, ¿cuál fue la droga para eso? Porque cada fase tiene su droga. Igual que con los romanos vimos el vino, y se metió en la biblia de la comunión, igual en la fase neoliberal del capitalismo hubo una droga, la cocaína. No te deja dormir, eres un ser en competencia, estás atento, ves los rivales, estás solo, echas para adelante como un caballo. Esa es la droga del neoliberalismo, la droga de Wall Street.
No fueron propiamente los negros de las barriadas las que se volvieron consumidoras allá en Estados Unidos, fue el 'yupismo', fue la cultura de la competencia, el 'no te duermas porque te pasan, te sobrepasan', los seres humanos como en una carrera de caballos, que ni los caballos corren como en las carreras de caballo, porque si los caballos están libres, el más veloz mira por el resto. Nunca la manada se desperdiga entre ganadores y perdedores, aquí creímos que nosotros que somos seres sociales, podíamos ser como una carrera de caballos, desconociendo el uno al otro y metiendo el codazo o la rodilla para que se caiga porque yo tengo que ser el ganador.
Bueno, esa droga ya tuvo sus consecuencias, apareció su delincuencia porque fue prohibida, obviamente, prohibida porque se produce donde los latinos, y apareció una historia que ya todos conocemos.
Organismos de inteligencia para ver cómo capturar a los jefes de los carteles, Pablo Escobar, no sé qué, la historia de los carteles, una forma organizacional de la delincuencia surgida de la prohibición a la que llamamos carteles, que es una figura de la teoría económica, es decir, es una monopolización que pone el precio.
Los carteles de las drogas
Al poner el precio, entonces las ganancias, las rentas son exorbitantes y entonces tuvimos una delincuencia rica, que, en el momento del choque con los Estados, en el caso colombiano, terminó siendo militarizada, se convirtió en ejércitos y esos ejércitos se podrían armar de tal manera, de manera tan poderosa como los otros, porque tenían la renta de la prohibición de la cocaína.
Nos llenamos de paramilitares con capacidad de copar el Estado, aparecieron nuevas formas delincuenciales, una delincuencia que ya no estaba en el barrio no sé qué del nororiente o del suroriente de Bogotá, sino que estaba dentro de las instituciones del Estado y vestía de corbata y hacía leyes y podía gobernar, una delincuencia con poder.
Una delincuencia con poder puede provocar un genocidio, pero nuestros organismos de Inteligencia nunca detuvieron eso. Es más, nuestros organismos de inteligencia fueron cooptados por eso.
Cuando crece tanto la renta se puede comprar a muchísima gente, se puede comprar el mismo organismo que va a investigar, se puede comprar gente de la DEA, se puede comprar secciones enteras de la fiscalía, se pueden comprar si se necesitan leyes congresistas, se puede comprar los organismos de inteligencia que te van a investigar en películas se muestra un tanto eso. Las rentas delincuenciales crecieron muchísimo más que respecto a la época de la marihuana y de los hippies.
Pero esa fase también cambió y es en la que estamos y es ahí donde yo llamaría la atención de lo que nos puede pasar el malestar de la humanidad.
Esa fase no está allá. Cualquiera que vaya a una discoteca en Bogotá, en el norte o en el sur, en busca de sustancias, no encuentra la cocaína ofrecida así como así. Eso es de los viejos, dicen. Encuentra un poco de mezclas extrañísimas, de colores diferentes, todas químicas, todas industrializables.
Búsqueda de la droga de la muerte: el fentanilo
Aquí, una búsqueda diferente, pero si vamos hacia Estados Unidos lo que vamos encontrando es el fentanilo.
Aquí la intención de algunos jóvenes de sentirse más felices en la fiesta. Allá encerrados en piezas de hotel, en cucuruchos, aislados porque la fiesta no ha sido posible en la sociedad porque se ha destruido tanto el lazo social, tanto el neoliberalismo te puso a competir como un caballo y perdiste, que estás es solo. Y son millones solitarios y solitarias, viejos o jóvenes.
Entonces no encuentras lo que pasa aquí en el mundo de la fiesta bogotana, sino lo que pasa allá es que se encierran la casa, en el cuarto, consume, vuelve a consumir, vuelve a consumir, y se murió. Él lo que consume lo lleva otra vez, y otra vez, y el otro día, y el otro día, y en todas las horas, y en todos los momentos, y se murió.
Y el que hace eso sabe que le va a pasar, no es que se lo engañaron, está buscando la droga de la muerte, no está buscando la droga del amor, como dicen por ahí ciertos titulares, o de la alegría, o de la fiesta, ¿no? Está buscando la droga de la muerte.
¿Qué es lo que está pasando en una sociedad donde la juventud está buscando la droga de la muerte? Pues ahí qué cuerpo de Inteligencia debería pensarlo. Por eso esa línea que narraba se dispara, pero eso no es por un engaño. Eso no es porque las organizaciones delincuenciales se volvieron más astutas que sí, pero no está ahí la raíz del problema.
El organismo de Inteligencia de la sociedad debería detectar que el problema está en la sociedad, que se volvió solitaria, que se hizo algo antinatural con la especie humana, y es que se convirtió al ser humano de ser social, la palabra social sonaba demasiado a socialismo, en un individuo recortado, aislado y, por tanto, debilitado dentro de la especie humana, al punto que ya no ve la perspectiva. Al punto de que si es ligeramente inteligente ve que lo que aparecen son nubarrones negros sobre la humanidad.
Es que los jóvenes están viendo que su país apoya que destrocen niños en Palestina. Es que la juventud del mundo está viendo que vamos de guerra en guerra y que se va a convocar a su propia juventud a la guerra, no a la paz.
No es a la democracia, es un poco de seres humanos autoritarios que se están haciendo al poder. Es que son los preámbulos políticos y económicos de un desastre del ser humano en el planeta.
Crisis climática
Ese desastre del ser humano se llama crisis climática. Lo que estamos viendo son los factores, como el iceberg, la punta del iceberg, como las apariencias, les decía, la fenomenología de una causa que está dentro avanzando el peligro de la extinción de la especie. Y aquí es donde la inteligencia tiene que actuar.
Y cuando me refiero a la inteligencia no me refiero a una institución específica, el DNI la incluye. Me refiero a la inteligencia humana.
Es que estamos en el peor momento de la civilización. Es que, doctora, Walras se equivocó. La libre competencia no llevaba a la maximización del bienestar, llevaba a la destrucción de la vida en el planeta.
Claro, eso es difícil decírselo a los economistas porque se han acabado 30 años de estudios y la matemática que es tan difícil. Y llegar y que venga este tipo y ahora eso no sirve para nada, pues no sirve para nada. Porque es el mercado, en las condiciones de acumulación de capital huracanado que hemos vivido, que ha hecho simplemente filtrando el petróleo y el carbón y lanzándolo a la atmósfera, ha cambiado químicamente la atmósfera, irreversiblemente y hasta el día de hoy, en forma tan acelerada, como lo es la aceleración de la acumulación de capital en la economía.
Pues su efecto, el espejo de la acumulación del capital, está en la acumulación química de CO2 en la atmósfera. Y esa acumulación simplemente es elevar la temperatura y lo que ya conocemos como crisis climática, cuyo principal problema no es el huracán, que lo es, pero el principal problema es invisible, es el crecimiento del virus y la enfermedad dentro de la especie humana, acabándonos, y acabamos de salir de una temporada de esas.
Entonces, ¿cómo podemos detectar los factores que pueden desestabilizar la existencia humana en el mundo y en Colombia? Tarea de inteligencia que tiene que ver con la política, porque la política es la que decide, la inteligencia es la que alarma, la que anuncia, la que concibe y preconcibe, pero la política al final es la que decide.
Informe de Cuestión Pública
Seguimos. Yo diría que estas organizaciones, el informe de Cuestión Pública, que yo me he leído, porque dio en el clavo; en el clavo es que se, no sé cómo, Inteligencia es así de aparato, sacó 70 mil documentos de la Fiscalía colombiana. La Fiscalía colombiana no hizo el análisis, ¿qué hacían esos documentos ahí votados? ¿Para qué sirve eso si no era para leer y para anunciarnos y concebir?
Los periodistas lo hicieron, lo que no hicieron miles de funcionarios en la Fiscalía, no sé cuántos, 100, 200 periodistas en el mundo hicieron el análisis de los 70 mil documentos y arrojan, han venido arrojando, sus análisis, sus documentos. Bueno, la cocaína está de capa caída, se va a defender, claro, entonces ya el norte no lo ve como el gran escenario, el escenario se lo copó el fentanilo, entonces mira para los lados y para el sur, eso cambia las realidades del conflicto en Colombia, Inteligencia.
Si mira para el lado, ¿a dónde mira? Europa, 60 laboratorios de procesamiento de pasta de coca desmantelados por los organismos de seguridad en Europa, ¿eso lo leíamos hace tres años?, el más sofisticado en Holanda, 60.
¿Qué está pasando? Que ya no se trata de llevar cocaína de aquí a Europa, sino que allá hay que procesarla para que salga más barato y de más calidad y pueda competir con el peligro que sobreviene en Europa, que se llama fentanilo.
Se están alistando, claro. Eso significa que menos laboratorios de cocaína aquí. Y miran para el sur, ¿para dónde? Para Buenos Aires, Rio de Janeiro, Sao Paulo, no más juntar esas tres ciudades más Montevideo, que quedan a mitad, muy cercanas todas entre ellas, Cono Sur, ¿cuántos habitantes viven ahí? ¿y cuánto es su nivel de ingresos?
Se puede, no tanto, pero se puede sustituir parte de lo que se pierde en Estados Unidos con el Cono Sur, y de ahí África y Europa.
Y miran para el lado otro. ¿Para dónde? Por el Pacífico, para China, ¿que si se entra a China? Y aquí se conocen ya las mafias chinas, porque el contrabando con que se lava los dólares de la cocaína, pues es chino, necesita alianzas en China, transacciones financieras en China, han sabido hacer algo que parecería increíble, que es a pesar del aparato del Partido Comunista chino y del Estado chino, pues han penetrado por abajo, porque China se está liberalizando en su mercado.
Y el mercado no solamente es para hacer relojes, es para también las drogas. Y miren esa paradoja, mientras en el Océano Pacífico una ruta de fentanilo va saliendo de China hacia México y Estados Unidos, la consecuencia de eso es que otra ruta por el sur de cocaína va saliendo hacia China. La de fentanilo obviamente es muchísimo más peligrosa, hora de hablar, hora de hacer guerras. Si la droga de la muerte no nos está anunciando…
Ahora, veámoslo en Colombia, ¿eso qué significa? Que las bases de la financiación tradicional, que era la cocaína, la violencia colombiana regionalizada, porque apuntaba hacia los Estados Unidos, Tumaco, el Pacífico, el Golfo de Urabá, etcétera, aquí los colombianos sabemos bien de esas regiones, pues que eso ya no tiene mayor sentido.
O el Pacífico se va para China o ya no tiene mercado. Y lo del Caribe, se perdió, informe de Inteligencia, la cocaína se está pasando para el Putumayo. ¿Por qué?
¡Ah! Porque el río Putumayo va al Amazonas y el Amazonas a Brasil, y lo que se está apuntando es al sur de Brasil. Eso significa que las organizaciones armadas que viven de eso, que yo tengo que decir, siempre guardadas las excepciones, ya no son un eco de la guerra insurgente, son organizaciones de las economías ilícitas, que muestra un camino, y esto es lo que más me preocupa, en Colombia.
El caso colombiano
Mientras la violencia colombiana liberal-conservadora separaba tajantemente el Estado del organismo armado no estatal, el Estado era cogodo, conservador, los liberales los que iban a matar, cuando en la fase siguiente, insurgencia-Estado, la división era tajante: el Estado contra la insurgencia, la insurgencia a tomarse el Estado, esta fase no es así.
Esta fase es muchísimo más peligrosa para la estabilidad del país porque en esta fase el capitán del Ejército se alía con el que creían que era el comunista, jefe de la 'Marquetalia 2' de la zona y el capitán de la Policía se alía allá con el del EMC, y el de aquí con este y la EMC con la autodefensa del golfo para acabar con el ELN.
Todas son conflictividades en las regiones por capturar la renta que va quedando y que cada vez es menor, se está agudizando el conflicto si ya la cocaína no da, entonces la extorsión sobre la población.
¿Por qué crece la extorsión?, porque cae la cocaína, y esas alianzas en donde parte del Estado se mete en donde ya no hay una separación tajante lo que va mostrando la disolución del Estado colombiano si no ponemos atención. ¿Dónde está la Inteligencia ahí, y dónde se está averiguando qué generales están en negocios con las disidencias de la Farc para dividirse el negocio en una región cualquiera? ¿Cómo llegó la disidencia de la Farc al cañón del Micay que se ha vuelto tan famoso y que yo ordené tomar? A tiros pagaron.
Y el Ejército que estaba ahí retrocedió, y ellos entraron en el Gobierno pasado y así ha sido en muchas partes.
¿Y qué, entonces se están disparando y se están matando? No, cómo es la renta, y cuánto pagas, y se distribuye.
Y ese fenómeno empieza a generalizarse y, obviamente en perspectivas, estamos en la fase de la crisis climática, la disolución del Estado y la democracia.
Obviamente esto cambia completamente los derroteros de una política de seguridad, y obviamente los objetivos de la Inteligencia son otros.
Los objetivos de la Inteligencia no son cómo capturas al revolucionario, ya casi todos están muertos, de hippies se pasaron las 'yuppies', No.
Las nuevas organizaciones multinancionales
El objetivo de la Inteligencia es deslindar el Estado de la nueva organización criminal, que es multinacional, no es Pablo Escobar.
Es un serbio, es un holandés es un ex yugoslavo, es un español, es un estadounidense, es un mexicano, en el colombiano por ahí los colombianos se volvieron sirvientes: se quedan aquí los muertos, el dinero se queda allá afuera.
Por eso la crisis económica nos está golpeando, nunca nos había golpeado una crisis económica porque había el dinero del narco. Ese dinero ya no está aquí, dónde está la Inteligencia: en salvar el Estado colombiano, le llaman los conservadores la institucionalidad, son lenguas.
Salvar significa detectar la corrupción. Hoy la corrupción es el negocio común entre funcionarios del Estado y productores y distribuidores de rentas ilícitas con carácter territorial.
Si la labor es posible, si las decisiones políticas de la sociedad lo permiten, porque si se vota por ese tipo de enlace, pues el Estado colombiano puede disolverse… La Constitución del 91 no será sino un libro para recordar después, en un país que se disuelve en medio de la crisis climática.
Pero eso no es lo que queremos nosotros.
Entonces ¿cuál es la indicación que yo le doy a la Inteligencia? Hacer la separación tajante que antes hacía la política, que antes hacía la ideología, y que ahora no se puede hacer porque hay un puente común, el dinero y la codicia.
A la Inteligencia le toca hacer esa separación. Y todo aquel que desde el Estado se conjugue con estas nuevas fuerzas ponerlo preso, con una Fiscalía que ponga preso a este tipo de gentes. Punto.
Y separar el Estado y tratar entonces de aprovechar el momento, por unos años. El momento nos permite salirnos de la cadena del narcotráfico. No que el narcotráfico se va a acabar, no. Se va a volver mono, se va a ver rubio de ojos azules; va a hablar portugués, va a hablar lenguas eslavas, va a ser serbio, va a ser chino.
Pero Colombia tiene la oportunidad de desligarse.
¿Por qué? Porque su negocio fundamental la cocaína quedó en la fase pasada, no es de esta fase, es la del neoliberalismo. El neoliberalismo se está muriendo.
Es desgraciadamente esta fase, la de la droga de la muerte, porque es la fase en donde la humanidad está al borde de la extinción y está viviendo los tiempos de la extinción provocada por su propio sistema económico, por su propia estructura de consumo desigual, que simplemente se tiró la atmósfera, y al tirarse la atmósfera, se tiró la vida en el planeta.
Bueno, yo me alargué demasiado.
Entonces muy amables por haberme escuchado.
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