FELIZ DÍA DEL PERIODISTA
Cada 9 de febrero se conmemora el día del periodista en Colombia, hablar
del trabajo de los periodistas en esta fecha simplemente es remembrar un escenario
casi siempre adverso.
Ser periodista en este país es tan difícil como viajar a la luna sin
colocarse el equipo de astronauta, hay tantas y tantas dificultades para
ejercer esta extraordinaria profesión u oficio como dicen algunos y tantas y
tantas alegrías que nada ni nadie podrá comprender la grandeza de serlo.
Veo todos los días a mis colegas periodistas, sonreír, charlar
abiertamente, inventarse a diario un
nuevo chascarrillo, contar una anécdota, disminuir sus tristezas con la
revisión de sus equipos digitales, buscar con apremio el software para la
trasmisión en vivo, afanar la mañana o la tarde para encontrase con su familia,
en fin… hoy ser periodista es tan fácil, tan bello, pero tan inmensamente difícil.
Que ambivalencias tiene esta profesión y la vida que nos puso a ser
periodistas.
Nadie, absolutamente nadie que no sea periodista entenderá esta profesión, que
discurre entre varios escenarios de la realidad, que no busca congraciarse con
nada ni con nadie, que tampoco tiene compromisos con nadie, que simplemente
está ahí presente 24 horas del día todos los días, que nunca descansa, que
nunca duerme plácidamente y que come a saltadillas.
¿Hoy quién es periodista? Esa es la pregunta que muchos debería contestar, pues
tomar un celular, grabar un video, o tomar una fotografía y decir unas cuantas
palabras no hacen a nadie periodista. Al periodista lo hace su experiencia y la
agudeza que tiene para pensar, discernir y sintetizar la realidad que la conoce
más que nadie. Realidad que la ve, la
huele, la camina, la toca y la vive en carne propia.
Nadie más inteligente que un buen periodista, lleno de historias, de anécdotas,
de tanto para decir, conocimiento de tantos temas, con un bagaje fundamental para
salir a diario a “contar las noticias”
En Ipiales hay pocos periodistas, pocos que se caminan como reporteros el día a día, pocos que
llegan a casa a seguir haciendo prensa, pocos que llegan cansados de caminar la
ciudad y andar buscando noticias, pocos pues ya las nuevas tecnologías han
obligado a muchos a quedarse en sus oficinas a recibir los boletines de prensa
institucionales o a copiar lo que los verdaderos reporteros suben a sus medios
digitales esencialmente.
El día del periodista una vez más pasará sin pena ni gloria, por ahí algunos
se tomarán un café y entre chascarrillos y anécdotas seguirán siendo
periodistas, eso si, nadie en el mundo tienen tanta historia para contar como
un buen periodista.
Feliz día colegas.
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