El concejo de Ipiales,
ha iniciado desde el 1 de febrero su trabajo para ejercer el control político y
la coadministración del municipio, en las dos últimas sesiones, se han escuchado
pronunciamientos definiendo sus posturas como bancadas o individualmente a los
17 concejales electos. Lo cierto es que empezaron como se empieza una maratón,
con toda la energía. Con la mirada en los problemas de la ciudad de Ipiales y
todos quieren conocer y saber en qué estado quedó y está el municipio. No está
demás decir que esto que ha iniciado con toda la energía en el concejo se
extiende 4 años y se espera que al final de esta administración lleguen así de
preocupados por el desarrollo de esta ciudad fronteriza.
Hay concejales
que por primera vez llegan a la corporación, otros por el contrario ya han
hecho parte de este tipo de servicio a la comunidad y tienen una importante
experiencia, eso le da un plus a esta corporación.
Lo verdaderamente
importante es poder darle claridad a la comunidad sobre cada uno de los
aspectos que en administraciones anteriores no se los tuvo, porque el sesgo con que se manejó la información no
permitió conocer el estado actual y real del municipio.
Hoy la prensa se
mueve sin dificultades entre los secretarios y subsecretarios de despacho
obteniendo toda la información que se requiere, eso es bueno, pues donde hay
información el control es mucho más fácil y para que la comunidad esté enterada.
En la sesión
segunda del concejo municipal se tocaron temas relacionados con la economía,
los servicios públicos, el deporte, la cultura, infraestructura del municipio,
se hicieron además proposiciones que en su mayoría fueron aprobadas, sin
embargo y ojala que no, el concejo se convierta en el escenario de
proposiciones y “aditivas” sin argumentos y de oídas, pues el concejal tiene la
obligación de conocer en terreno de lo
que está hablando para tener argumentos de
juicio y valor para hacer sus proposiciones de control político.
Ese estribillo
cansón y repetitivo que algunos concejales utilizan al elevar un proposición como : “me
dijeron” “escuché por ahí” “dice la gente” “creo yo” son excusas que a la larga
terminan en proposiciones a “motu
proprio” que no tienen el acervo en terreno, aunque la proposición esté bien expuesta y sea
aprobada.
Llamó mucho la
atención la proposición del concejal Iván Chalaca respecto a Alumbrado Público,
que pretende citar a la concesionaria Unión
Temporal a control político y la
denuncia de los concejales indígenas respecto a este tema, al referir que en el
sector rural no tienen este servicio y sin embargo se cobra en los recibos de
energía.
Llamo la atención
lo expuesto por el concejal Juan Camilo Obando en cuanto a la deuda que tiene
Empoobando con Corponariño que podría estar promediando los 15 mil millones de
pesos.
Y otro control
que se hará en el tema de la inversión hecha a escenarios deportivos explícitamente
al Patinódromo Municipal, por la anterior administración.
Hay un cumulo de
información represada que se deberá ir despejando con las citaciones que se
haga a cada uno de los secretarios y entidades descentralizadas del municipio para
que la comunidad vaya conociendo cual es el estado actual de cada una de las
dependencias.
Así las cosas el
rio parece que vuelve a su cauce natural, solamente hay que esperar unos días más
para que toda la comunidad de esta frontera quede al tanto de la situación real
de municipio y se pueda con conocimiento de causa emprender a construir el Plan
de Desarrollo como hoja de ruta para los próximos 4 años.
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